lunes, 9 de febrero de 2009

Artículo. "Razones para permanecer dudoso de la existencia de psi", por James Alcock (III)

Las dos entradas anteriores sobre este mismo artículo han resultado muy largas. Intentaré resumir aún más el resto del artículo.

Siguiendo con la entrada anterior, el Alcock continúa exponiendo en su artículo algunas críticas a la investigación en parapsicología:

Multiplicación de entidades

Según Alcock, los parapsicólogos han inventado un número de entidades para explicar los fallos a la hora de producir datos consistentes y replicables:

1) si sólo algunos investigadores pueden obtener un efecto, y sólo algunas de las veces, mientras que otros investigadores utilizando métodos idénticos no pueden, esto se interpreta como un efecto psi-experimentador.

2) efecto cabras-ovejas: quienes creen en la existencia o posibilidad de psi obtienen mejores resultados (aciertan significativamente por encima del azar) en las pruebas ESP que quienes no creen; éstos fallan más de lo esperado por azar (es decir, la diferencia es significativa, pero en sentido contrario). A esto se le denomina psi negativo, y podría interpretarse como que estos sujetos utilizan ESP “inconscientemente” para fallar. Hay abundante literatura sobre las creencias en ESP, psi o parapsicología y un modo particular de responder a tareas de aleatoriedad (como son las cartas Zener) que ofrece una buena explicación a estos “aciertos” en los sujetos creyentes; pero no parece haberla para explicar los resultados “negativos”, aunque tal vez puedan ser explicados ampliando el mismo modelo.

3) efecto declinación: la ejecución en las tareas psi decae tras varios ensayos. Puede ocurrir al final de una serie, o en las últimas series de un conjunto. Incluso, si se observan los estudios de un investigador, podría observarse el mismo efecto (peores resultados en los últimos). Radin, en su libro Entangled Minds, afirma que esta declinación se observa en otros campos de investigación.

Alcock opina que todos estos efectos no son más que etiquetas arbitrarias, post-hoc, asignadas a resultados negativos inesperados, y lo considera un “serio problema si consideramos el estatus científico de la parapsicología”.


No-falsabilidad

Alcock afirma que el uso de estos efectos hace las afirmaciones sobre psi no falsables. Sin embargo, también son no falsables las acusaciones (hipótesis) del tipo “habrá habido fraude” o “usará un truco, aunque no sepamos cual” utilizadas frecuentemente contra determinados experimentos o investigaciones sobre parapsicología. Provenga de quien provenga, una buena crítica (o una hipótesis) ha de ser falsable.


Impredecibilidad

En general, los parapsicólogos no pueden hacer predicciones antes de realizar los experimentos y entonces confirmarlas. Entonces realizan afirmaciones post-hoc, señalando que ha tenido lugar otro evento psi cualquiera”.

Creo que hay experimentos que parten de predicciones previas establecidas, y que predicen que se obtendrán un resultado tal o cual. Por ejemplo, un experimento sobre DMILS – de los que tampoco habla Alcock – predice que cuando el agente “actúe” sobre el receptor, la respuesta fisiológica en cuestión variará según la intención del agente, y eso ocurre.


Falta de progreso

"No ha habido progreso, ni un crecimiento en comprensión. No han emergido patrones consistentes. El tamaño del efecto no ha crecido con el paso del tiempo como consecuencia del refinamiento de la metodología. No se ha desarrollado una teoría bien articulada apoyada por datos. De hecho, en lugar de producir una acumulación gradual de conocimiento y una evolución de una metodología cada vez mejor, cada década parece traer una nueva metodología o paradigma o programa de investigación que se presenta como el mejor o definitivo, pero que no es así".


Debilidad metodológica

El debate entre parapsicólogos y escépticos se basa normalmente en la adecuación de la metodología. Algunos parapsicólogos afirman que aunque se encuentren errores y debilidades metodológicas, es responsabilidad del crítico mostrar que ese error es el responsable de los efectos. La responsabilidad es siempre del investigador, de hacerlo bien, y fallos en el diseño o el procedimiento muestran que no se hizo bien. Aquí la respuesta es hacer el experimento de nuevo, y en parapsicología la replicación es difícil”.

Como en todas las áreas de investigación, en parapsicología hay experimentos buenos y malos. Pero cada vez más se ha mostrado que los resultados positivos no dependen de la pobre calidad experimental; diversos meta-análisis han indicado como los resultados de los experimentos psi no disminuyen a medida que la calidad experimental aumenta (Radin, 1997; 2007). Sin embargo esta es otra afirmación utilizada con frecuencia para señalar la “torpeza” de los investigadores en parapsicología.

"Si un fenómeno no es replicable, es cuestionable que haya ocurrido realmente. A pesar de su larga historia, la parapsicología carece de la evidencia necesaria para colocarse delante la comunidad científica para juicio (Hyman, 1977, 1985, 1989)".


Fallo para relacionarse con otras áreas de la ciencia

"Los parapsicólogos no parecen interesados en las contradicciones entre parapsicología y neurociencia (Kirkland, 2000)"

Quienes asumen que psi, si existe, es algún tipo de “señal” (que “viaja” desde el cerebro de un sujeto al de otro sujeto y este último “ve” sus pensamientos, emociones, etc.) tienen, obviamente, grandes problemas a la hora de implementar una teoría sobre “la señal de psi” a la luz de lo que sabemos actualmente sobre neurociencia. Pero no todos son partidarios de la idea de psi como “señal”. Particularmente, yo no lo soy. Sin embargo esa metáfora es muy utilizada, a veces incluso por quienes no están de acuerdo con esa idea, porque a niveles descriptivos es útil.


Desinterés en hipótesis competitivas

La parapsicología parece más focalizada en encontrar la anomalía que en explicar la experiencia. La retirada al laboratorio ha conducido a una focalización en desviaciones estadísticas que distraen a los investigadores de buscar otras explicaciones más prosaicas. Esto es muy malo, porque estas experiencias merecen un estudio por sí mismas, independientemente de si hay necesidad de acudir a explicaciones paranormales”. Alcock ha afirmado en varias ocasiones (p.e., Alcock, 1981) que incluso si psi no existe, debemos seguir esperando que la gente tenga experiencias en su vida diaria que parezcan psíquicas, y debemos ofrecer explicaciones sobre cómo estas explicaciones son el resultado de procesos normales, y en ocasiones anormales, del cerebro. Otros muchos psicólogos (Beyerstein, 1987-8, 1988; Blackmore, 1982; Marks, 2000; Neher, 1990) han proporcionado también detalladas explicaciones sobre cómo procesos psicológicos normales y anormales son capaces de producir todos los elementos de las experiencias paranormales. En el mismo número en que se publica este artículo hay artículos en esta línea, que revisaremos más adelante.


¿Puede resolverse la cuestión psi?

Alcock plantea una cuestión muy interesante:

“¿Qué evidencia puede uno producir con respecto a “no probar” la hipótesis psi? Ciertamente no estudios cuidadosamente ejecutados que fallan a la hora de replicarse, que fallan a la hora de producir alguna evidencia de psi. Estos son fácilmente explicados en términos del “efecto experimentador” o simplemente ignorados (…) Los parapsicólogos ni pueden decirnos bajo qué circunstancias no ocurre psi, si psi es real, ni pueden decirnos como sería posible no probar su existencia”.

Hace tiempo pensé, como consecuencia de mi descontento sobre los experimentos en parapsicología, que tal vez fuera mejor opción no crear experimentos para “capturar” psi, sino desarrollar experimentos que nos permitieran “acotar” un espacio o lugar – unas características – en el cual psi, si es real, se produzca. Es decir, atendiendo a las experiencias espontáneas y asumiendo que psi exista, no sería más producente decir “si estas condiciones están presentes – factores de personalidad, contenido emocional en la experiencia, etc. – entonces observaremos psi”. Sin embargo, esto puede considerarse ya hecho en los experimentos que estudian el comportamiento de individuos que creen en psi. Sin embargo, según los casos espontáneos, son muchas las personas que tienen estas experiencias sin ser creyentes en psi.

Brugger & Taylor afirman: “aunque psi se desvanezca de la escena como proceso de transferencia anómala de información, continuaría como un fenómeno de probabilidad subjetiva digno de investigación científica

No sólo estoy absolutamente de acuerdo con ello, sino que espero incluir esa línea, en mayor o menor medida, dentro de mi propia tesis sobre el comportamiento aleatorio, el azar y la incertidumbre en psicología.

Son muchos los psicólogos que han abandonado con el tiempo la posición de la parapsicología para moverse hacia posiciones más escépticas, como Blackmore o Wiseman. Yo mismo, con respecto a la mayoría de la investigación psi en laboratorio, hace ya algún tiempo que empecé a mostrarme descontento por unos experimentos que a medida que he ido revisándolos me han parecido cada vez menos acertados, poco representativos de cómo psi, si existe, funciona en el mundo real, en las experiencias espontáneas (y aquí me refiero únicamente a experiencias de ESP y PK). Hay otros experimentos que aún me parecen interesantes, en especial aquellos que trabajan con registros fisiológicos como variable dependiente, y en general los que intentar estudiar psi inconsciente (experimentos en los que el individuo no sabe que está participando en un estudio ESP o PK, en los que no se le pide una respuesta explícita, no se le pide que “adivine” o “influya”).

miércoles, 4 de febrero de 2009

Artículo: "Razones para permanecer dudoso de la existencia de psi", por James Alcock (II)

2. Definición de constructos

Problema en términos de definir y medir fenómenos psi específicos. El problema surge porque los fenómenos psi están definidos principalmente en términos de lo que no son.

Para una definición en positivo sería necesario saber cómo funcionan los fenómenos psi, si existen.

En parapsicología los fenómenos están definidos negativamente, en términos de descartar explicaciones normales. Descartar todas las explicaciones normales no es tarea difícil. Podemos no ser conscientes de todas las posibles explicaciones normales.

Si todas las explicaciones normales han sido descartadas, ¿qué es psi? Desgraciadamente, es sólo una etiqueta. No tiene una definición que vaya más allá de decir que todas las explicaciones normales han sido aparentemente eliminadas. Los parapsicólogos generalmente presuponen que tiene algo que ver con alguna habilidad de la mente para trascender las leyes de la naturaleza tal y como las conocemos, pero esto es muy vago para ser útil para que sea útil para la exploración científica. Algunos parapsicólogos, conscientes de la problemática de la definición en negativo, prefieren eludir la cuestión y centrarse en “anomalías”. Así, los efectos psi son hallazgos anómalos que no deberían ocurrir si la actual visión científica del mundo es acertada. Estas anomalías no son de cualquier tipo, sino que implican, de un modo u otro, a la mente.

Irwin propone una definición positiva en términos de apariencias. Alcock no habla de ella. Como dice Irwin, un problema de la definición en términos de apariencias es que podrían entrar como objeto de estudio las actuaciones de mentalistas y prestidigitadores.

Las observaciones anómalas que no encajan con la teoría aceptada son vitales para el progreso científico, porque nos fuerzan a modificar nuestras teorías y obtener datos adicionales hasta que puedan ser entendidas y acomodadas en una teoría revisada. En ocasiones, las anomalías conducen a cambios tan fundamentales en la teoría que los filósofos de la ciencia hablan en términos de cambio de paradigma.


Cuando los parapsicólogos buscan establecer su materia de estudio en términos de anomalías, es algo diferente a como surgen las anomalías en la ciencia. En la corriente principal de la ciencia, uno no busca anomalías deliberadamente; se presentan por sí solas.

A ver, este argumento es un poco extraño. Primero, sí hay casos en los que han aparecido anomalías donde no debían, como los experimentos sobre priming que dieron pie a los de precognición con registros fisiológicos. Esto es psi como variable extraña. Segundo, no se trata de buscar anomalías “a la fuerza”. Por ejemplo, hay personas que dicen que han soñado algo que luego ha tenido lugar, o que han “sabido” no saben como algo que ha ocurrido en otro lugar o a otra persona. Entonces es eso lo que se busca, esa anomalía (y es una anomalía porque lo que se acepta como válido en el funcionamiento del mundo excluye que esas cosas pasen). No se hace un experimento de telepatía para buscar de forma forzosa anomalías, sino que se hace para ver si podemos obtener esa experiencia bajo condiciones de control. Otra cuestión es cómo definimos que hemos obtenido esa experiencia o resultado: estadísticamente, etc.

Psi puede considerarse como: anomalías de la consciencia (de la experiencia tal vez sea mejor) que se han observado en casos espontáneos y se están intentando obtener en laboratorio.

Son inesperadas y no predichas por la teoría actual, eso es por lo que se les llama anomalías. Ninguna anomalía psi se ha presentado por sí sola en el curso de la investigación en la corriente principal de la ciencia.

No estoy de acuerdo. Aconsejo buscarlas. Yo lo haré en cuanto tenga tiempo. Ya tengo algunas ideas de por dónde buscar.

En su lugar, los parapsicólogos tratan deliberadamente de generarlas. Son el objetivo de mucha investigación parapsicológica y son sólo etiquetadas como anómalas por la ruta circular de considerarlas imposibles si la ciencia actual es exacta y completa.

Los parapsicólogos necesitan ser capaces de proporcionar una definición positiva de psi, decirnos cómo identificar las “anomalías” psi de otro modo que no sea la exclusión, y decirnos cómo descartar psi, cómo saber cuando está ausente. A causa de su definición negativa, no sabemos cuándo psi puede ocurrir, y cuando no ocurrirá. No hay modo, según se afirma, de que psi pueda ser bloqueada o atenuada por el investigador, y así no podemos comparar condiciones donde psi podría no ocurrir con aquellas en las que, si psi existe, pueda ser observada. Además, dado que se afirma que la influencia psi puede ocurrir sin verse atenuada en función de la distancia, y que puede ocurrir atrás y adelante en el tiempo, llega a ser imposible “controlar” reamente las condiciones de un experimento.

3. Fallo en alcanzar replicación

La replicabilidad en sí misma en un concepto complicado. Repetir simplemente un experimento y conseguir los mismos resultados no es suficiente, porque errores o auto-engaños que pueden haber tenido lugar en el primer caso pueden haberse producido también en la repetición del experimento (Hyman, 1977). El concepto de replicabilidad implica que los investigadores en general, con la experiencia y el equipo adecuado, deberían ser capaces de reproducir los resultados.

Los parapsicólogos nunca han sido capaces de producir un experimento exitoso que científicos neutrales, con las habilidades, el equipo y el conocimiento apropiados puedan replicar.

¿Quiénes son los “científicos neutrales” a los que hace referencia? Supongo que él mismo y similares, y de ahí se toma la libertad de extenderlo a todos los demás (no parapsicólogos). Dos cosas: primero, sí se han replicado resultados; segundo, decir que nunca se ha conseguido replicar un experimento en parapsicología, en una revista como en la que se publica este artículo, tiene el efecto deseado: distorsionar. Además, decir que nunca han conseguido un resultado que un investigador escéptico pueda replicar, es una excelente estrategia (digo excelente porque funciona, cuestiones éticas aparte por desgracia) para crear la imagen de los parapsicólogos como poco científicos y “tontos” que no saben hacer un experimento, porque luego llegan investigadores escépticos y no obtienen lo mismo. No hay que olvidar que el escepticismo, cuando es dogmático, como el propio Alcock señala que ocurre en ocasiones, se convierte no sólo en algo inútil sino contraproducente, ya que se cierra ante la nueva evidencia.

Alcock utiliza la expresión “científicos neutrales”. Así consigue crear la imagen de los parapsicólogos como científicos no neutrales, guiados por sus convicciones acerca de la creencia en fantasmas y monstruos del lago Ness. Esta es una estrategia empleada con mucha frecuencia. Este tipo de expresiones, en revistas como ésta, aseguran y mantienen la visión de los investigadores en parapsicología como investigadores menos capaces, menos científicos.

Otra cuestión es: ¿cuántos científicos neutrales, como dice Alcock – o sea, escépticos – se han tomado la molestia de intentar replicar los experimentos? Por ejemplo, la respuesta en España es simple: ninguno. Sin embargo eso no parece ser un impedimento para que abunden los científicos escépticos hacia la parapsicología. ¿Ha hecho Alcock algún experimento? Los escépticos no suelen mencionar el hecho de que uno de sus principales adalides, Ray Hyman, esté actualmente de acuerdo con varios investigadores en parapsicología en el hecho de que los resultados de los experimentos en parapsicología no son explicables por pobres diseños, errores metodológicos o estadísticos, etc. (los argumentos escépticos usuales), y que se trata de algo genuino a explicar. Desde luego, que pueda ser algo genuino no implica que sea algo paranormal.

Varios de los artículos de este volumen tratan el problema de la replicabilidad en la investigación psi:

1) A. Parker reconoce la inconsistencias problemáticas en parapsicología que reflejan fallos para replicar y situaciones en las que algunos experimentadores, pero no otros, pueden replicar un conjunto de resultados. Para Parker, estas irregularidades reflejan posibles propiedades de los fenómenos psi, tales como el efecto psi-experimentador. “Cuando hay un fallo a la hora de replicar, no es apropiado meterse en la circularidad de asignar a este fallo una etiqueta (efecto psi-experimentador), y entonces implícitamente sugerir la etiqueta como explicación. Dado que no hay otra forma de definir o identificar el efecto psi-experimentador, no tiene valor explicativo. Usarlo como posible explicación sólo conduce a una tautología: sustituyendo la definición de efecto psi-experimentador, uno consigue “el fallo a la hora de replicar puede ser una manifestación de que “un investigador falla a la hora de replicar un hallazgo que otro investigador había realizado””. Este razonamiento circular excluye del debate un posible aspecto fructífero de investigación, en términos de comprender las razones, que no sean psi, que puedan explicar el hecho de que diferentes experimentadores obtengan diferentes resultados”

2) con respecto a ESP en Ganzfeld, Parker dice: aunque encuentra desviaciones estadísticamente significativas de la hipótesis nula en los datos agregados que ha examinado, la heterogeneidad de los resultados a lo largo de los experimentos deja dudas sobre la futura replicabilidad del fenómeno fuera de la parapsicología.

3) Sherwood y Roe revisan los estudios del Maimonides. Los datos de la revisión son muy liosos. La falta de replicación es rampante. Los autores concluyen que en general, los estudios del Maimonides fueron más exitosos que los posteriores, pero que puede ser debido a diferencias procedimentales.

Los estudios posteriores sí usaron una metodología diferente, como lo de dormir en casa y no despertar tras cada sueño REM que de por sí, comparada con la de los estudios del Maimonides, ya los convierte en peores, principalmente porque el recuerdo de los sueños (aspecto clave) es peor. Es importante aquí el aspecto económico: estos procedimientos posteriores al Maimonides eran más baratos.

Los autores indican que “el trabajo más reciente se ha centrado en la cuestión de si los métodos de consenso son superiores a la ejecución individual. Con procedimientos de juicio de consenso, la respuesta de un número de individuos se combinan para obtener un juicio único”. Para los escépticos, esto es un extraño giro de acontecimientos. El fenómeno de investigación es la alegada habilidad de algunos individuos para obtener información de modo paranormal mientras duermen. Como la investigación no puede demostrar esto claramente, los investigadores eligen complicar la situación combinando información de diferentes sujetos.

4) El artículo de Jeffers trata también directamente sobre la cuestión de la replicabilidad. Jeffers es profesor de física, e interesado por los experimentos de Jahn, intentó una replicación, investigando el posible efecto de psi sobre la interferencia de luz. En un monitor aparecía una barra de luz, cuyo tamaño venía determinado por un proceso cuántico, y los sujetos del experimento trataban de influir en el tamaño de la barra. Presentó el experimento a Alcock, quien hizo algunos comentarios sobre el mismo, y Jeffers lo tuvo en cuenta y lo modificó. No se obtuvieron resultados positivos.

Lo que aquí dice Alcock es que los parapsicólogos no han tenido en cuenta este estudio, porque no ha tenido resultados positivos. Recordemos que la PA fue la primera en adoptar la política de informar tanto de experimentos exitosos como no exitosos, y que en revistas de parapsicología, y libros, se informa de experimentos que no obtienen resultados positivos.

De nuevo algo que ya hemos dicho. El experimento, como es aceptado tras su revisión por Alcock, es bueno. ¿Por qué no lo revisó alguien más? Todos los experimentos de parapsicología están mal hasta que los revisa un escéptico, y entonces ese escéptico dice lo que está mal y como debería hacerse para estar bien. Pero parece que nunca un escéptico consulta a otro. ¿Cada “escéptico” es autosuficiente?


En un intento de replicación de los estudios de Jahn en los que participaban investigadores de dos universidades alemanas, y el propio laboratorio de Jahn, no se obtuvieron resultados positivos en ninguno de los tres (Jahn & col., 2000). A posteriori (post-hoc), encontraron algunas anomalías en el patrón de datos que según ellos merecen experimentos y modelos teóricos más sofisticados para comprender “el fenómeno básico implicado”.

Esto mismo es un ejemplo de cómo los parapsicólogos sí informan de resultados negativos (aunque se realicen, según Alcock, deducciones post-hoc).



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Artículo: "Razones para permanecer dudoso de la existencia de psi", por James Alcock. (I)

Con esta entrada quiero comenzar una sección, una tarea, dedicada a presentar algunos artículos sobre parapsicología que probablemente no lleguen a la mayoría de la gente interesada, tanto porque se publican en revistas científicas a las que no accede el público en general como por el hecho de estar en inglés. Se trata de artículos científicos, que recogen investigaciones, revisiones, opiniones, etc., acerca de la investigación en parapsicología.

Este primero es un artículo imprescindible, en mi opinión. Está escrito por James Alcock, psicólogo. Expone una revisión de crítica de parte de la investigación en percepción extrasensorial (ESP) y los motivos por los que – y es lo que da título al artículo – debemos mantener dudas acerca de la existencia de psi. Este artículo fue publicado en un número de la revista Journal of Consciousness Studies, una importante revista científica sobre el estudio de la consciencia. El número completo lo forman artículos sobre parapsicología. En realidad, todos los artículos de este número especial son buenos, de modo que los revisaremos sucesivamente en otros momentos.

Considero algunos de sus comentarios y de sus indicaciones muy acertadas, aunque estoy en desacuerdo con otras muchas de sus afirmaciones. A pesar de esto, me parece un artículo relevante y necesario que sea conocido por quien esté interesado en la investigación empírica en parapsicología.

Nota: En términos generales, “hipótesis nula” se refiere a que en una situación (estudio) en que queremos comprobar mediante un experimento si, por ejemplo, un fármaco tiene un efecto significativo sobre una población clínica, la hipótesis nula es la que afirma que el fármaco no tiene ningún efecto, y que el grupo experimental (que recibe el fármaco) no muestra diferencias con el grupo control (que no recibe el fármaco y con el que se compara el grupo experimental) Así, si decimos que aceptamos la hipótesis nula estamos diciendo que el experimento muestra que no hay diferencias entre los grupos (que el fármaco no funciona). Si observásemos diferencias entre el grupo experimental y el grupo control, rechazaríamos la hipótesis nula.

En relación con psi, la hipótesis nula es la que afirma que psi no existe; la hipótesis experimental (la alternativa) que psi sí existe. Aquí la cuestión versaría sobre la autenticidad de psi, más que sobre las propias experiencias o resultados, ya que podemos obtener resultados positivos en un experimento de telepatía pero, si no se ha hecho bien, esos resultados pueden ser explicables, por ejemplo, en términos psicológicos o estadísticos. Por tanto, cuando Alcock dice de “dar una oportunidad a la hipótesis nula” se refiere a que expone sus razones para aceptar la hipótesis nula, es decir, para afirmar que psi no existe.

Artículo:
Give the Null Hypothesis a Chance: Reasons to Remain Doubtful about the Existence of Psi.
James E. Alcock.
Journal of Consciousness Studies, 10, No. 6–7, 2003, pp. 29–50


(Traducción del título: “Dar una oportunidad a la hipótesis nula: Razones para permanecer dudoso acerca de la existencia de psi”)

(El texto en azul corresponde a un resumen del artículo; el texto en negro son comentarios míos. Agradeceré enormemente los comentarios vuestros)

El análisis del artículo no es exhaustivo: no incluye las investigaciones en psi inconsciente, DMILS (interacción con sistemas vivos), precognición con registros fisiológicos, “cerebros conectados” (actividad encefalográfica coincidente en individuos aislados sensorialmente, de modo que la actividad cerebral de un sujeto ante la presentación de un estímulo determinado es la misma que la del otro sujeto a quien no se le presenta ese estímulo) y no habla de “visión remota” (un tipo de diseño de investigación en ESP, con metodología de respuesta libre). Tampoco incluye las investigaciones en PK (ver esta entrada para revisar la terminología)

Todos los autores de este número comparten un profundo respeto por la ciencia y están comprometidos con el método científico como la aproximación apropiada para explorar la realidad. Lo que los distingue es su creencia a priori en la probabilidad de que existan los fenómenos psíquicos, lo que puede influir en la evaluación de la adecuación de los protocolos utilizados en la investigación parapsicológica y en la calidad de los datos obtenidos.

Aquí presupone que los creyentes en psi son más tontos. Este argumento es muy utilizado por ciertos investigadores, y ciertos sectores, aunque carece de base expuesto así. No es cierto que quienes creen en la posibilidad de que psi sea algo real sean individuos con menos formación académica o menor nivel educativo; por poner un ejemplo, Brian Josephson es un premio Nobel en Física, de la Universidad de Cambridge con un gran interés en la psicokinesis, como demuestra su proyecto de investigación “Mind-Matter Unification Project” (Proyecto de Unificación Mente-Materia). Sobre el tema de las creencias hablaremos en otra ocasión.

“Los miembros de la comunidad científica que tiene poca familiaridad con la parapsicología con frecuencia no son conscientes del amplio espectro de opiniones, experiencia y grado de respeto por la ciencia que existe entre los que se llaman a sí mismos parapsicólogos. En un extremo están los que colaboran en este volumen. En el otro, los escritores e investigadores que no consideran a la ciencia como herramienta adecuada para la investigación, y que basan sus conclusiones únicamente en testimonios de casos espontáneos”.

Alcock señala que estas personas no aparecen en este volumen especial, y que los parapsicólogos que utilizan el método científico no consideran a los otros como similares a ellos, ni quieren que se les confunda. Es curioso sin embargo como ambos grupos suelen ser confundidos y considerados el mismo, y con mucha frecuencia esto lo hacen los – mal llamados – escépticos, como una estrategia para desprestigiar a los investigadores serios. En general, y en nuestro país en particular, los conocidos popularmente como “parapsicólogos” o “investigadores” pertenecen claramente al segundo tipo que señala Alcock.

Alcock señala que “hay también un espectro de opinión, experiencia y grado de respeto por la ciencia entre los escépticos, y de nuevo, aquellos que se hallan en un extremo quienes únicamente hacen una mueca de desprecio a la ligera ante cualquier mención de lo paranormal, o aquellos cuyo dogmatismo muestra una incapacidad o indisposición a ser objetivos, tampoco se encontrarán en este número especial. Así, para el lector escéptico, hago hincapié que estos autores parapsicológicos están en nuestro campo, el campo científico. Creen en la ciencia y se esfuerzan por aplicarla” Se refiere aquí a los autores de los artículos que componen en número de la revista en la que aparece este artículo y que, como he dicho más arriba, versa totalmente sobre investigación en parapsicología.

Alcock afirma que no ha encontrado aún ninguna evidencia empírica que le persuada de la existencia de los fenómenos paranormales. Es habitual encontrar esta afirmación entre los escépticos, como si hubiera que convencerlos a ellos personalmente, y si eso no se logra, entonces no hay nada que hacer. Es un argumento no válido, pues se basa en el hecho de que “no me han convencido a mí, que soy científico, que soy escéptico; entonces no tienen nada”.

Alcock señala una importantísima cuestión: “para mí, como psicólogo, estas experiencias en sí mismas – los informes de percepción extrasensorial y similares – son fascinantes por sí mismas, incluso si, como presumo, no sean paranormales, porque pueden decirnos mucho sobre cómo funciona nuestro cerebro y sobre nuestras creencias, necesidades y expectativas”. Alcock no es el único, ni el primero, en decir esto. Este punto de vista es el que yo defiendo, y la razón por la que creo que la parapsicología merece una investigación seria.

Alcock describe de una manera excelente el trabajo de la parapsicología: señala que para cada artículo incluido en la publicación considerará “si sus conclusiones apoyan la hipótesis psi (que los fenómenos psíquicos, o fenómenos psi, existen) o si están más en línea con la hipótesis nula (esto es, que los resultados observados – en los experimentos – ocurren de forma natural y no tienen nada que ver con psi)”. Claro y simple.


Razones para permanecer dudoso de la existencia de psi

1. Falta de definición del objeto de estudio

¿Qué es lo que está siendo estudiado, y cómo se definen los fenómenos estudiados? Fantasmas, levitación y canalizadores en trance, ¿son parte del rango aceptado de las materias de estudio? Si se desafía a la corriente principal de la ciencia a considerar seriamente las afirmaciones de la parapsicología, de qué afirmaciones estamos hablando: ¿apariciones de fantasmas o cambios pequeños pero estadísticamente significativos en la distribución del resultado de un RNG en un experimento de laboratorio?


Lo que se incluye bajo “parapsicología” varía dependiendo de quién lo haga. En especial, quienes viven (económicamente) de la parapsicología tienen especial interés (económico) en hacer de la parapsicología lo más oscuro, sobrenatural, misterioso y truculento posible, para que su imagen sea atractiva, llame la atención. Por otro lado, quienes se dedican a criticar sistemáticamente y de modo no constructivo a la parapsicología suelen ser conscientes de la diferencia éntrela parapsicología popular y la parapsicología empírica, pero prefieren meterlo todo en el mismo saco.

Hay gran variedad en la opinión de qué constituye el objeto de estudio de la parapsicología (…) Todo esto refleja el hecho de que hasta el punto en que la parapsicología constituye un campo de investigación, es un campo sin un núcleo de conocimiento básico, un conjunto principal de constructos, un conjunto básico de metodologías y un conjunto básico de fenómenos demostrables y aceptados que todos los parapsicólogos acepten. Es más, considero dudoso que los parapsicólogos estén de acuerdo entre ellos mismos acerca de qué experimentos o demostraciones en la literatura constituyen el mejor caso de psi.

Evidentemente esto dependerá de qué incluyan dentro de parapsicología, pero sí hay acuerdo dentro de ESP o PK, por ejemplo.

Esto distingue inmediatamente a la parapsicología de otros campos de investigación científica, en los que hay siempre un núcleo común de conocimiento así como demostraciones clave que pueden fiablemente ser producidas y enseñadas, incluso cuando puede haber controversia sobre varios conceptos y resultados de investigaciones en las fronteras del campo.

Tal vez sería provechoso limitar como contenidos de la parapsicología los campos de ESP y PK porque pueden ser estudiados en laboratorio, y dejar el grupo survey fuera, o al menos promover un estudio más fenomenológico paralelo a la psicología, o junto con ella; incluso, mejor aún, desde ella. Recordemos que, en general, los casos de apariciones y poltergeist, y los médiums fueron de lo primero en estudiarse cuando se fundó la SPR (Society for Psychical Research), y que eran estudiados por los científicos de entonces, fruto de ese avance de la ciencia y del espíritu científico. Pero tal vez nos encontremos ante cuestiones que no sean susceptibles de ser estudiadas por la ciencia, no al menos por el método científico dominante – en el que no tienen cabida cuestiones espirituales, trascendentales, a no ser que pasen por el tamiz del reduccionismo empírico – Pensemos que las cuestiones sobre la supervivencia del alma, o similar, tras la muerte, y la comunicación con seres fallecidos es algo que ha sido del interés del ser humano desde el principio, y que tal vez somos algo presuntuosos si pretendemos responder a esas cuestiones – Cuestiones, con mayúsculas – del ser humano aplicando algo tan pobre – para estas cuestiones al menos – como el método científico.

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